Rituales de la muerte en Ghana
Morir en Ghana no es barato. Ni sencillo. Ni los funerales, en algunos casos, resultan cotidianos. Revisamos el mundo de la muerte en este país del Golfo de Guinea, desde sus altos costes a percepciones estéticas. Bienvenidos a este último gran viaje.
Eric acciona con tino el cepillo de carpintero sobre algo así como una iglesia de tamaño reducido. Lija, pule, apoya la barbilla sobre la superficie de madera con la mirada fija y vuelta a empezar. Se gira sobre sí mismo y repite la operación en el extremo opuesto del artefacto. ¿Una maqueta? ¿un juguete gigantesco? Nada más lejos de la realidad.
El templo de pega será el último hogar terrenal de un miembro destacado de una familia acaudalada de la Región Gran Accra (Ghana). Dicho de manera menos poética…la iglesia no es otra cosa que un ataúd. De fantasía, sí, pero ataúd.

Eric es la tercera generación de unos peculiares artesanos de este rincón del Golfo de Guinea que, por decirlo de alguna manera, se encargan de cumplir el último sueño del difunto.
Fabricados bajo pedido, estos féretros pretenden representar la profesión, anhelos o posición del muerto.
Por ese motivo, podemos concluir que el destinatario de la obra que está terminando Eric, es o era un gran devoto religioso. Por la misma regla de tres (y a tenor del resto de obras del mismo taller), intuimos que hay un futurible muerto que era agricultor (una gran mazorca de madera lo delata), existe un aficionado al mundo de la aviación que pasará a mejor vida e, incluso, alguien que estaba muy enganchado al móvil. Tanto, como para ser enterrado en el interior de un Nokia.
Los precios no son para todos los bolsillos y los ataúdes de fantasía pueden alcanzar hasta los 2.000 dólares.

Elevados costes
Y esta es otra de las características de los funerales en Ghana: sus interminables ceremonias y elevados costes. La antesala de la muerte va asociada, en innumerables ocasiones, en una lista de la compra elevada. En un país donde no solo se honra al difundo, sino que se muestra públicamente la capacidad económica familiar, hace que el endeudamiento pueda ser de órdago, y más si la familia es de recursos limitados. Más importante (y caro) que una boda, el dispendio, pero también la prolongación de los actos fúnebres, hace del evento una verdadera ruina. Sumen al féretro (sean personalizados o no), la ingente comida, bebida, invitados, música y músicos, coche fúnebre e, incluso, figurantes…Es complicado cerrar una cifra concreta, que dependerá de la posición social, pero el coste de un funeral puede alcanzar los 15 mil euros en un país donde el sueldo medio apenas llega a 300 euros al mes. Hagan números…

Benín y Togo
Sus vecinos Togo y Benín viven también la muerte (y permítanme el juego de palabras) de una manera especial. Los rituales funerarios basados en vudú nada tienen que ver con lo que hemos descrito. Aquí se utilizan calaveras de personas que han sido castigadas por el dios Shangó a causa de un delito, resultan habituales los cánticos y alocuciones son habituales y todo para invocar a los antepasados. Pero tan interesante fenómeno merece un post por sí solo en el blog, así que regresemos a Ghana y a Eric.

¿Se acuerdan del menudo artesano de los ataúdes? Pues ajeno a tanta diatriba sobre las ceremonias y costes en Ghana él sigue a lo suyo. Se rasca la barbilla mientras mira la hilera de féretros de fantasía a medio construir, en su desordenado taller de la costa de Ghana. Se gira hacia su interlocutor y pregunta ¿qué te parecería ser enterrado en una caja como estas en forma de balón de fútbol? Sin comentarios.
Texto: Rafa Martín
Fotografía: Toni Espadas
Dejar un comentario