Viajar a Angola
Un lugar por descubrir
Angola es uno de esos rincones que quedan en el mundo por descubrir. Viajar a Angola es una experiencia donde quedaremos fascinados con la cultura y geografía de este país. Parques Nacionales emergentes, restos del pasado colonial portugués y una riqueza étnica solamente comparable al Valle del Omo en Etiopía.
Angola nos ofrece un patrimonio cultural único, con una belleza natural que no nos dejará indiferentes. Su costa es salvaje, acompañada de unas hermosas y vírgenes playas de arena. El interior es montañoso con profundos desfiladeros, saltos de agua y un sur semidesértico habitado por etnias que preservan su tradición intacta.
En cualquier viaje por Angola no debemos perder de vista a su compleja y rica etnografía. Las etnias del sur son únicas. Pueblos como los Mucubai, Muhimba, Muhacaona o Mudimbas nos hacen trasladarnos a un mundo pretérito.
En cualquier experiencia por Angola, por ese motivo, la convivencia con estas comunidades se nos antoja imprescindibles. El pasado colonial portugués es otra de las claves. Luanda (metrópoli de contrastes), Lobito o Lubango son ciudades donde se respira ese aire de antaño. Las playas de Santiago, con sus barcos varados, el río Cunene, las cataratas de Kalandula o Namibe, puerta de entrada de una travesía entre las dunas del desierto y el Océano Atlántico, añaden a viajar a Angola un extra paisajístico de primer orden.

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Etnias de Angola

Etnia Mucuis o Cuis
Asentados en la región de Virei, al suroeste de Angola, los últimos 600 Mucuis viven dispersos en un ecosistema extremadamente árido y...

Etnia Mucubal o Cubal
Con un censo estimado de unas 40.000 personas, los Mucubal son el pueblo seminómada de origen bantú más numeroso de Angola. Se...

Etnia Curoca, Mucuroca o Cuanhoca
La etnia de los Curoca se llaman a sí mismos Ova-Mbundia o Ova- Kwandu. El nombre Curoca (portugués) o Kuroka, se debe...

Etnia Dimba o Mudimba
Como de tantos otros pueblos podríamos hablar de su modo de vida basado en la ganadería y la agricultura, pero lo cierto...

Etnia Mucawana o Muhacaona
Si hay un aspecto diferencial que merece la pena resaltar de esta etnia, es su pasión por la ornamentación corporal. Una vida...

Etnia Himba o Muhimba
Los Himba, también conocidos como Ovahimba o Muhimba, son con toda seguridad una de las etnias más visitadas y fotografiadas de África,...

Etnia Nguendelengo
Por extraño que parezca, cuando uno se adentra en las remotas tierras de la Sierra de Chela, al sur de Angola, puede...

Etnia Muhumbi o Humbe
Con una población de unos 150.000 habitantes, los Muhumbi viven dispersos a lo largo de la meseta de Huila y la cuenca...

Etnia Gambo, Mogambo o Mugambue
La etnia Gambo es un grupo Bantú en fase de asimilación cultural. Comparten el territorio de los Mudimba (zona entre Otchinchau y...

Etnia Handa
Formada por unos 30.000 individuos, esta etnia habita en la inmensidad de la meseta de Huila, muy cerca de la ciudad de...

Etnia Vátua o Mútua
La etnia de los Vátua, ubicados alrededor de Oncocua, en Angola, son, al igual que los Cuís, el resultado de la unión...

Etnia Muila o Mumuila
La tribu Mmuila son el icono de Angola. Pueblan la zona entre Huila y Chibia. Pocas etnias quedan en el mundo con...

Etnia Khoisan
Sus cuerpos y rostros no se parecen en nada al resto de las etnias del continente africano. Ojos rasgados, piel clara, pelo...
Lugares de interés de Angola
Namibe o Moçamedes
Fundada en 1840 por los colonos portugueses, esta ciudad costera es la capital de la provincia de Namibe. Una puerta de entrada al desierto de Namib y un balcón perfecto para contemplar las mareas del Océano Atlántico.
Se trata de uno de los 3 grandes puertos de Angola, que recibe cada día la llegada de una riquísima variedad de pescado que hace las delicias de los comensales en los restaurantes de La Marginal, el paseo marítimo de la ciudad. Durante nuestra estancia recorreremos sus calles a pie, para poder observar las fachadas de colores propias de la arquitectura portuguesa, el famoso Mercado 5 de Abril y la espectacular Playa de las Escadinhas.
A escasos kilómetros de esta urbe se encuentra el Parque de Namibe. Un ecosistema en el que habitan desde babuinos hasta gacelas e incluso pingüinos. Un tesoro de la biodiversidad en el que la naturaleza del océano se da la mano con la vida salvaje del desierto.
Luanda
Fundada en 1576 por el explorador portugués Paulo Dias de Novais, la capital de Angola cuenta a día de hoy con 8 millones de habitantes. Una de las mayores metrópolis africanas cuyos habitantes angoleños de descendencia bantú, representan el motor de una ciudad que aun mantiene viva la huella que dejó la colonia portuguesa.
Una ciudad que vive al ritmo de las danzas Kizomba y la música Kuduro. En la que aquellos que sean amantes de la gastronomía, podrán hacer las delicias de sus paladares en el gran paseo marítimo que recorre la bahía de Luanda. Pescados a la parrilla, pollos Muamba, mermeladas de cacahuete y una amplia lista de elaborados platos componen la oferta de sus restaurantes.
Entre sus mayores atractivos se encuentran la Fortaleza de Sao Miguel, el Museo Nacional de la Esclavitud, la Catedral del Santísimo Salvador y el Palacio de Hierro, construido por el mismísimo Gustave Eiffel. Emblemáticos edificios históricos cuyas visitas pueden combinarse con el disfrute de las increíbles playas de la isla de Mussulo, la Barra de Donde o Cabo Lado, entre otros bellos arenales.
Una parada obligada para los viajeros que desean sentir la atmósfera de una ciudad llena de vida, sonriente y de ambiente apacible.
Lobito
Lobito es la ciudad costera más grande de la provincia de Benguela y el segundo puerto más activo de Angola. Fue fundada en 1843 y alberga la primera estación del Ferrocarril de Benguela.
La línea de tren más importante del suroeste africano, que conecta Angola con la República Democrática del Congo. 1344 kilómetros de vías que permiten exportar desde la provincia de congoleña de Katanga infinidad de productos, que llegan hasta la ciudad de Lobito para surcar los mares hasta continentes lejanos.
Uno de los grandes puntos de salida de minerales, alimentos y materas vivas de la costa oeste de África.
Lubango
Lubango es la capital de la provincia de Huila. Una ciudad en la que sus habitantes destacan por su hospitalidad y cuya economía está basada en la industria del envasado de alimentos, la producción del cereal, la fruta y la verdura.
Fue una de las primeras ciudades colonizadas por los portugueses, que recibió el nombre de Sa da Bandeira hasta que Angola consiguió la independencia.
De entre todos los lugares a visitar, dos resultan imprescindibles: el Cristo de Lubango y la Fenda de Tundavala. Una estatua de mármol blanco de 30 metros de alto que fue construida en 1957 y un mirador ubicado a 2.200 metros de altura, desde el que se puede admirar una puesta de sol impresionante.
La mejor experiencia para finalizar la visita a esta ciudad antes de adentrarnos en la Angola más salvaje.
Cataratas de Kalandula
Al norte de Angola, en la provincia de Malanje, se encuentran unas de las cataratas más grandes y desconocidas de África.
Alimentadas por las aguas del río Lucala, las Kalandula se precipitan al vacío desde los 105 metros de altura formando una lengua de espuma de 400 metros de ancho.
El impacto del agua retumba en la bóveda erosionada por las cataratas, que se encuentra rodeada por una selva de gran belleza.
Playa de Santiago
Un aura de misterio envuelve a esta inquietante playa ubicada a escasos 30 kilómetros de Luanda. También conocida como el Cementerio de Barcos, este amplio arenal alberga decenas de grandes barcos varados desde mediados de los 70.
El salitre, la fuerza de las olas, la lluvia y los vientos del Atlántico han erosionado sus cascos convirtiendo a esta playa de aguas bravas, en una postal propia de una historia de ciencia ficción.
Nada como degustar una langosta en un puesto local tras dar un paseo entre aquellos monstruos de hierro que quedaron atrapados para siempre en las orillas del Océano Atlántico. Como si hubieran tratado de escapar de alguna fuerza sobrenatural y la tierra les hubiera echado el freno para morir varados bajo el sol.
Baobab gigante de Xangongo
Está considerado el baobab más grande (en diámetro) de toda África.
Río Cunene
Se trata de una de las principales fuentes de vida del sur de Angola. Sus más de 1000 kilómetros de agua recorren el sur del país junto a la frontera con Namibia hasta fundirse con las aguas del Océano Atlántico.
La belleza de sus cataratas Epupa ponen el broche de oro a una serpiente de agua que permite sobrevivir a miles de familias que forman algunas de las etnias más antiguas de nuestro planeta.
Bahía de los Tigres
Se trata de una bahía ubicada en la Isla de los Tigres, la más grande de Angola, que recibe dicho nombre por los colores resultantes de la sucesión de dunas que componen su paisaje.
Atraídos por la riqueza de sus mares, pescadores portugueses fundaron un poblado pesquero en 1860 que se mantuvo vigente hasta la década de los 70. Hoy permanece abandonado, aportando un toque de misterio salvaje a esta isla tomada por las fuerzas de la naturaleza.
Para aquellos exploradores y amantes de la fotografía que buscan visitar un paisaje propio de una película post apocalíptica, Bahía de los Tigres es el lugar adecuado. Un viaje a un tiempo pasado en el que la mano del hombre dejó una huella que poco a poco la naturaleza borrará para siempre.
Un poblado muerto, por el que aún vagan las almas de aquellos pescadores que buscaron enriquecerse con los tesoros del mar y que hoy nos invitan a pasar la noche bajo las estrechas de la Isla de los Tigres.

Parques Nacionales de Angola
Parque Nacional de Kissama
Situado en la provincia de Luanda, este parque fue declarado área protegida en el año 1957. Rodeado por las aguas del Atlantico y flanqueado por los ríos Cuanza y Longe, alberga una gran riqueza natural.
A lo largo de sus tierras y costas salpicadas por imponentes baobabs, habitan multitud de especies animales. Un tesoro de la biodiversidad en el que encontraremos elefantes africanos, antílopes de sable gigantes, varias especies de primates, tortugas marinas y hasta manatíes.
Pernoctar en este parque forma parte de una de las grandes experiencias de visitar Angola.
Situado en la provincia de Luanda, este parque fue declarado área protegida en el año 1957. Rodeado por las aguas del Atlantico y flanqueado por los ríos Cuanza y Longe, alberga una gran riqueza natural.
A lo largo de sus tierras y costas salpicadas por imponentes baobabs, habitan multitud de especies animales. Un tesoro de la biodiversidad en el que encontraremos elefantes africanos, antílopes de sable gigantes, varias especies de primates, tortugas marinas y hasta manatíes.
Pernoctar en este parque forma parte de una de las grandes experiencias de visitar Angola.
Parque Nacional de Iona
Ubicado al sur de Angola, en la provincia de Namibe, Iona se trata del parque nacional más grande y más antiguo del país.
Los que recuerdan el vergel de vida que habitaba en sus tierras antes de la guerra, son incapaces de evadir la triste nostalgia de un lugar que fue devastado por el conflicto y que hoy se recupera lentamente gracias a varios proyectos de conservación.
Emboscado entre los valles de los ríos Cunene y Kuroka y encarado a las costas del Océano Atlántico, Iona forma parte del desierto de Namib. Uno de los desiertos más antiguos de nuestro planeta, en el cual se encuentra parte de la famosa Costa de los Esqueletos. Uno de esos paraísos para los amantes de la fotografía, cuyas playas infinitas reciben los restos de barcos naufragados y esqueletos de grandes cetáceos que han sido arrastrados por la violencia de las olas.
Formado por dunas, acantilados, montañas rocosas, lagos y humedales, Iona cuenta con una de las últimas poblaciones de guepardos sudafricanos. La presencia de esta especie en la región fue descubierta en el año 2010.
Ubicado al sur de Angola, en la provincia de Namibe, Iona se trata del parque nacional más grande y más antiguo del país.
Los que recuerdan el vergel de vida que habitaba en sus tierras antes de la guerra, son incapaces de evadir la triste nostalgia de un lugar que fue devastado por el conflicto y que hoy se recupera lentamente gracias a varios proyectos de conservación.
Emboscado entre los valles de los ríos Cunene y Kuroka y encarado a las costas del Océano Atlántico, Iona forma parte del desierto de Namib. Uno de los desiertos más antiguos de nuestro planeta, en el cual se encuentra parte de la famosa Costa de los Esqueletos. Uno de esos paraísos para los amantes de la fotografía, cuyas playas infinitas reciben los restos de barcos naufragados y esqueletos de grandes cetáceos que han sido arrastrados por la violencia de las olas.
Formado por dunas, acantilados, montañas rocosas, lagos y humedales, Iona cuenta con una de las últimas poblaciones de guepardos sudafricanos. La presencia de esta especie en la región fue descubierta en el año 2010.
Parque Nacional de Cangandala
Se trata del parque más pequeño de Angola y el hogar del icono nacional del país: el Antílope de Sable Gigante, también conocido como la Palanca Negra gigante.
Este enclave fue declarado parque nacional en el año 1963 para proteger este gran antílope de pelaje negro, antifaz blanco e imponentes cornamentas. Sin embargo, los estragos de la guerra que azotaron el país hasta el año 2002 empujaron a la especie al borde del abismo.
La hambruna, la caza furtiva y el tráfico ilegal de especies convirtieron a este gran herbívoro, de más de 200 kilos y astas de 1´5m de longitud, en una fuente alimento para las poblaciones locales hasta que fue declarada completamente extinta.
Contra todo pronóstico, en el 2004 el conservacionista y profesor de la Universidad de Ciencias de Angola, Pedro Vaz Pinto descubrió que aún quedaba vivo un reducido grupo de Palancas Gigantes en Canganadala. Hoy el icono nacional de Angola, presente en monedas, autobuses, marcas de refrescos y en general la vida diaria de los angoleños, se recupera lentamente.
De los 300 ejemplares que aún quedan vivos en el país, 100 habitan en el Parque Nacional de Cangandala. La especie está considerada en peligro crítico.
Se trata del parque más pequeño de Angola y el hogar del icono nacional del país: el Antílope de Sable Gigante, también conocido como la Palanca Negra gigante.
Este enclave fue declarado parque nacional en el año 1963 para proteger este gran antílope de pelaje negro, antifaz blanco e imponentes cornamentas. Sin embargo, los estragos de la guerra que azotaron el país hasta el año 2002 empujaron a la especie al borde del abismo.
La hambruna, la caza furtiva y el tráfico ilegal de especies convirtieron a este gran herbívoro, de más de 200 kilos y astas de 1´5m de longitud, en una fuente alimento para las poblaciones locales hasta que fue declarada completamente extinta.
Contra todo pronóstico, en el 2004 el conservacionista y profesor de la Universidad de Ciencias de Angola, Pedro Vaz Pinto descubrió que aún quedaba vivo un reducido grupo de Palancas Gigantes en Canganadala. Hoy el icono nacional de Angola, presente en monedas, autobuses, marcas de refrescos y en general la vida diaria de los angoleños, se recupera lentamente.
De los 300 ejemplares que aún quedan vivos en el país, 100 habitan en el Parque Nacional de Cangandala. La especie está considerada en peligro crítico.
Razones para viajar a Angola
- Luanda. Una capital llena de contrastes.
- Herencia colonial portuguesa y arquitectura vernácula.
- Desierto de Iona y Namib. Ecosistemas vírgenes.
- Diversidad cultural y étnica en el sur del país.
- Foz de Cunene e Ilha dos Tigres.
Galería fotográfica de Angola
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