La etnia de los Dupá sigue practicando los ritos de iniciación. Consisten en que a los niños se les cubre completamente con hojas y se les aísla en una cabaña durante aproximadamente un mes. Solo pueden comunicarse con sus madres tocando notas con una rudimentaria flauta que solo ellas saben interpretar.
Viven en pequeños poblados de montaña de Camerún (en Vogbá y Budjá y los valles de alrededor) del cultivo del mijo y de la caza de pequeños antílopes.
