
Localizados al sur del lago Chamo, en la ribera del río Sagan, la etnia de los Konso es un pueblo dedicado a la agricultura, con cultivos en características terrazas, aunque también son unos excelentes apicultores cuya miel es apreciada internacionalmente.
Son unos excelentes artesanos que dominan la carpintería, la herrería, la alfarería y la elaboración de tejidos.
Su estructura social se basa en la pertenencia a uno de los nueve clanes, gada, en que se encuadra la sociedad Konso. Cada gada cuenta con una autoridad religiosa que recibe el título de pokwalla.
Los rituales asociados al culto de los difuntos tienen un papel fundamental en la comunidad Konso. La manifestación más visible del culto a los antepasados son los Waga, estatuas de madera que se erigen en recuerdo de los difuntos con cierta relevancia en la sociedad Konso.