La etnia Pulaar o Fulani, físicamente de piel caoba claro, espigados, nariz recta o aguileña, ojos almendrados y pelo fino, los Fulani (con diferentes denominaciones) son de forma genérica nómadas y pastoriles.
Crían bueyes, vacas, cabras, ovejas. De forma tradicional intercambiaban carne y leche por especias y fruta; una práctica que les ha permitido, en algunos casos, llegar a exportarlos al por mayor por todo el continente.
Antes de adoptar el islam, los Fulani son bastante teocéntricos y tremendamente devotos. Los niños van a escuelas coránicas y aprenden el árabe como lengua sagrada. No obstante, prosiguen con algunas prácticas preislámicas como los ritos de iniciación (circuncisión de niños y mutilación del clítoris femenino) o el sharot. El sharot es un ejercicio de resistencia. Dos jóvenes se apalean por turnos, primando más la capacidad de aguante que la fuerza. En esta prueba puede estar en juego la chica que se quiere tomar por esposa o la propiedad de grandes rebaños.