La jirafa de Rothschild es la más alta de todas las especies de jirafa existentes, y por ende, la convierte en el animal más alto sobre la Tierra. Pueden llegar a medir hasta 6 metros y pesar alrededor de los 1300 Kgs, siendo los machos más pesados que las hembras.
Las manchas de su pelaje son una combinación de manchas oscuras combinadas con zonas blancas a través de ellas, tienen un color marrón anaranjado que las hace muy bonitas y diferentes al resto de jirafas de otra especie.
Anatómicamente, la jirafa de Rothschild es también muy distinta a las demás. Se puede observar, por ejemplo, por el número de cuernos que posee su cabeza, ya que mientras en otras especies lo habitual es tener dos cuernos, en el caso de esta especie puede llegar a tener hasta cinco. Morfológicamente, su cuerpo está diseñado para darles potencia y cierta agilidad, hasta el punto que resulta sorprendente con la velocidad que pueden llegar a moverse a pesar de su gran tamaño. Cuentan con un muy buen olfato y oído, cualidades éstas que les permiten protegerse muy bien de sus depredadores.
La jirafas en general están emparentadas con las vacas, ya que comparten el hecho de pastar y de tener cuatro estómagos. Gracias a sus labios, lengua y garganta gruesos, les es posible consumir acacias y otras plantas espinosas. Tanto machos como hembras se alimentan de árboles altos, pero se ha observado que los machos se comen la parte más alta del árbol, mientras que las hembras la parte un poco más baja. Sus lenguas tienen casi 18 centímetros de largo y son francamente fuertes y resistentes. Las pueden utilizar para coger los alimentos, parecido a lo que seria cogerlos con uno mano para llevarlos hasta la boca.

Se sabe que sus cuellos crecieron de forma exagerada fruto de la adaptación evolutiva que tuvieron que sufrir para adaptarse a poder alimentarse de los árboles más altos. En el caso de la especie de Rothschild se sabe, además, que constituyen una especie distinta al resto, ya que los estudios de ADN arrojan que no constituyen una subespecie, sino que en realidad es una especie distinta en ella misma.
Las manadas que encontramos de jirafa de Rothschild son muy poco numerosas, y se puede observar que machos y hembras viven separados y que sólo se unen durante el apareamiento. En ese momento, los machos se enzarzan en peleas por las hembras, esto es algo que ocurre muy a menudo, ya que se aparean durante todo el año, pero podemos afirmar que son peleas no demasiado violentas. En general, son animales pacíficos, sobretodo si no se sienten amenazados pueden convivir con otros herbívoros a su alrededor sin problemas.
El periodo de gestación es de 14 a 16 meses, y solamente dan a luz a una cría cada vez, a la que suele alimentar su madre durante sólo el primer año de vida. Se sabe, además, que las madres son muy cariñosas con sus crías y les procuran además de cuidados mucho cariño y caricias. Durante el primer mes de edad las madres se alejan de la manada para proteger a su cría, pero en realidad esto las hace muy vulnerables, incluso llegando a tasas de mortalidad de más de un 50%. Hasta los 5 años de edad no suelen ser maduras para la reproducción siendo las hembras las que empiezan a aparearse antes que los machos, esto es lógico si tenemos en cuenta que los machos pasan un tiempo entre sí probando quien es más fuerte y está mejor preparado para el apareamiento.
Entre los depredadores que las acechan se encuentran los leones, hienas y leopardos, pero también es cierto que, estos siempre centrarán sus intentos hacia los ejemplares más jóvenes y enfermos, ya que para estos es muy arriesgado intentarlo con los más sanos y fuertes, el alto riesgo de salir herido en el intento o de incluso de morir es más que evidente.
La jirafa de Rochschild es conocida también como la jirafa de Baringo, ya que en Kenia, en Baringo se pueden encontrar muchos ejemplares de esta especie.
Uganda, en el Parque Nacional de Murchison Falls, es no obstante uno de los mejores lugares para encontrarla, ya que este paraíso del noroeste ugandés se ha convertido quizás, en uno de los últimos edenes para este ejemplar. Los hábitats donde se pueden observar son muy variados, ya que constantemente van de un lado para el otro en busca de nuevos pastos y lugares donde alimentarse.

Muafrika Expeditions, es uno de los operadores mejor indicados en Uganda para realizar safaris por el país, y un buen número de sus programas incluyen visitas a Murchison Falls y también al Parque Nacional de Lake Mburo, este segundo es otro parque nacional donde recientemente también se ha llevado jirafa de Rochschild desde el Parque de Murchison, y que además de tener buenas condiciones para que la especie pueda proliferar, también tiene como peculiaridad el hecho que carece de depredadores, con lo que se espera que en unos años, precisamente por este motivo sea también otro lugar donde prolifere con éxito la especie, Las autoridades de vida salvaje en Uganda muestran así una clara intención de repoblar también con esta especie otras zonas del país y en definitiva de perpetuar y proteger la especie.
Se conoce que esta especie de Rochschild se ha llegado a aparear con otras especies, con lo que se han podido encontrar algunos híbridos, este hecho se está intentado evitar, ya que debido a lo pequeña que es la comunidad de esta especie, lo más acertado es seguir manteniéndola lo más pura posible. También hay planes específicos de cría en cautiverio de la especie en un intento de revertir la situación de peligro y ayudar al manteniendo de la especie.
La realidad actualmente es, que el futuro de la jirafa de Rothschild está en serio peligro de extinción y aunque tan solo hay cientos de ellas, lugares como Murchison Falls en Uganda, constituyen actualmente una verdadera esperanza para este magnífico animal al que debemos intentar salvar a toda costa.
Texto: Pep López
Fotos: Rift Valley y Alex Martín Ros (La primera de este post)
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