Navidad. Festividad solemne del cristianismo. Asociada, asimismo, a una época a finales de año que combina la citada tradición religiosa y pagana. Ágapes en familia, recogimiento, descanso… y viajes.
El parón laboral resulta idóneo para esa escapada familiar, aventura o, simplemente, conocer nuevas culturas. Un interesante cóctel que puede completarse con un destino que reúna todo lo suscrito y yo me pregunto… ¿por qué no África?
Las posibilidades son diversas. Te doy algunas opciones. Apunta:
1- Fin de Año entre las dunas del sur de Argelia. ¿Te imaginas pasar al 2024 en un paisaje de roca y dunas? El Parque Nacional de Tassili N´Ajjer, al sureste de Argelia, es tu destino. Un viaje entre tuaregs y caprichosas formas rocosas que parecen salidas de una película de ciencia ficción.

2- El desconocido desierto de Egipto. Más arena. Más desierto. Más bonito si cabe. El Desierto Blanco. Rocas de múltiples formas surrealistas en un viaje que también combina El Cairo y sus pirámides más icónicas.

3- La cuna del Vudú en Benín. Cambio de tercio. Nos podemos trasladar al Golfo de Guinea para rastrear el pasado esclavista de los siglos XV al XVIII, comprobar cómo está implementado el vudú en la sociedad o navegar en Ganvié, la “Venecia africana”.

4- Safari en Tanzania. Animales salvajes en su hábitat natural. Serengeti como eje de una propuesta especial. Uno de los mejores parques nacionales del mundo para finalizar el año.

5- Gorilas en Uganda. Observar un gorila de cerca. Y mucho más. Tenemos esta propuesta para Navidad, pero también en grupo de cara al Puente de la Purísima, a principios de diciembre. Ah, se me olvidaba, con grupo ya formado y todo.
Como veis, la Navidad puede ir más allá de los turrones y villancicos…¿Te vienes a África?

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