La pregunta, aparentemente sencilla, tiene su miga. Y, cuando se conoce el país, las razones de peso se acumulan y la cuestión es otra…¿ ¿por qué no he viajado antes?
Pero vamos poco a poco. Para empezar hay que decir que Benín es un país poco visitado, pero no por ello menos interesante.
Del tamaño aproximado de Portugal, Benín está ubicado en pleno Golfo de Guinea, rodeado de Burkina Faso, Níger, Togo y Nigeria.
Rift Valley lleva años preparando viajes por el país africano y siempre recomienda el destino por varios motivos. Uno de ellos es que constituye un país único para adentrarse en África más desconocida.

Interesante por sus espectacular riqueza étnica, naturaleza, coloridos mercados y, cómo no, por ser una ventana única para asomarse en el increíble universo del culto del vudú.
Por lo tanto, a la pregunta de ¿por qué viajar a Benín?, las respuestas son contundentes.
Pero yendo al detalle, podemos decir que Benín es el mejor lugar para ver rituales de vudú (nada que ver con la visión que desde Hollywood se nos ha dado). En ese sentido, el 10 de enero se celebra en Ouidah un Festival de calibre. Un origen que hay que buscarlo cuando hace ya más de 30 años, colectivos de afroamericanos quisieron, a través de esta cita, revivir su pasado. Una fecha donde se juntan antropólogos, visitantes y curiosos de todos los países.
Una celebración que puede unirse a una inmersión a los mercados de fetiche de esta misma ciudad o Cotonou.

Si sobre curiosidades hablamos no hay que dejar de ver el norte, el rico norte etnográfico de las etnias Somba y Taneka y su arquitectura peculiar.
Más al sur, los Holi y sus escarificaciones faciales es parada obligatoria también.
Pero es que Benín es mucho más.
En Abomey, tenemos un complejo arquitectónico que es Patrimonio de la Humanidad. En Ganvié, cerca de Cotonou, la denominada “Venecia africana”, una localidad de calles “acuáticas” que recuerda a la popular ciudad italiana en versión africana.
También tenemos Porto Novo y la arquitectura de origen afrobrasileña, el parque nacional de Pendjari, un lugar natural para ver grandes herbívoros, simios y, con suerte, elefantes.
Por último, Benín, junto a Togo y Ghana es la denominada “Costa de los Esclavos”, un escenario marcado por un pasado de gran peso histórico.
Si todavía, a estas alturas del post, te preguntas ¿por qué viajar a Benín?, solo te queda comprobarlo por ti mismo.
FOTOS: TONI ESPADAS
TEXTO: RAFA MARTÍN
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