Sin lugar a dudas, uno de los destinos menos turísticos donde quedas cautivado y cautivada por los restos arqueológicos y donde descubres la belleza de un desierto sin parangón es Sudán.
El país tiene una larga historia que se remonta a tiempos inmemoriales. Sudán frecuentemente es llamado Nubia o Kush, el reino de los faraones negros, ya que se cruzó con la Historia del antiguo Egipto. Templos sagrados y majestuosas pirámides se alzan imponentes entre las dunas del desierto. Faraones como Tutmosis III, Amenhotep III, Taharqa o la reina Tiy dejaron en el país una huella imborrable.
Hasta el año 2011 (momento que se separó la región sur del país, formando la nueva República de Sudán Sur), Sudán era el país más grande de África y uno de los más pobres. De Jartum hacia arriba, el territorio es árido y desértico, habitado por árabes musulmanes que se rigen por la estricta ley coránica Sharia.
Si tuviera que poner algún calificativo al pueblo sudanés sería, sin duda, la amabilidad y el oasis de hospitalidad que te brindan; en honor a la verdad, debo decir que la bondad y gentileza de los sudaneses supera la de cualquier otro país de su entorno.
Los hombres visten la galabeya, una especie de túnica blanca inmaculada, y sobre sus cabezas suelen lucir el turbante típico del norte de Sudán, el inme, una pieza de algodón blanco que puede llegar a medir hasta doce metros de longitud. Las mujeres prácticamente no se dejan ver. A todas horas del día se observan hombres sudaneses sujetando un vaso lleno de karkadé, una infusión de color rojizo hecha a partir de la flor del hibisco. Y es que desde la implantación de la Sharia, en 1983, no hay alcohol en Sudán. No lo vas a encontrar en ninguna parte del país.

El Nilo Blanco y el Nilo Azul se encuentran en Jartum y a partir de este punto ya recorren juntos, formando un solo río, el resto del país de sur a norte hasta entrar en el vecino Egipto. La característica forma alargada de la isla de limo y barro creada en la confluencia de los dos cauces de los ríos es el que da nombre a la ciudad: Jartum, el cuerno del elefante.
Rift Valley Expeditions ha organizado un viaje con Irene Cordón del 30 de noviembre al 10 de diciembre
Texto: IRENE CORDÓN
Fotos: TONI ESPADAS
Dejar un comentario