Ubicado al sur de Angola, en la provincia de Namibe, Iona se trata del parque nacional más grande y más antiguo del país.
Los que recuerdan el vergel de vida que habitaba en sus tierras antes de la guerra, son incapaces de evadir la triste nostalgia de un lugar que fue devastado por el conflicto y que hoy se recupera lentamente gracias a varios proyectos de conservación.
Emboscado entre los valles de los ríos Cunene y Kuroka y encarado a las costas del Océano Atlántico, Iona forma parte del desierto de Namib. Uno de los desiertos más antiguos de nuestro planeta, en el cual se encuentra parte de la famosa Costa de los Esqueletos. Uno de esos paraísos para los amantes de la fotografía, cuyas playas infinitas reciben los restos de barcos naufragados y esqueletos de grandes cetáceos que han sido arrastrados por la violencia de las olas. Formado por dunas, acantilados, montañas rocosas, lagos y humedales, Iona cuenta con una de las últimas poblaciones de guepardos sudafricanos. La presencia de esta especie en la región fue descubierta en el año 2010
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