La falta de visitantes como consecuencia de la pandemia de coronavirus está empujando a los pueblos originarios de África a una situación límite de empobrecimiento y falta de alimentos.
La industria turística ha sido fuertemente golpeada como consecuencia de la pandemia de covid-19 en todo el continente africano. El cierre de fronteras, entre otras medidas adoptadas para luchar contra ella, trajo aparejado una cascada de cancelaciones de vuelos, reservas de hoteles, safaris, visitas culturales… Las previsiones para 2020 auguraban un fuerte crecimiento en el sector. Sin embargo, ahora se teme que no sea capaz de adaptarse rápidamente a la nueva situación y carezca de fuerza para evitar su colapso una vez superada la actual crisis.