Diez días. Un destino. Un múltiple objetivo. La oficina central de Rift Valley Expeditions y la de su receptivo en Etiopía (Endoethiopia) protagonizaron un viaje prospectivo al norte del país, con el objetivo de diseñar nuevas rutas, reconocer nuevos alojamientos y servicios, así como seguir trabajando con los guías locales.
Una ruta que se detuvo en Addis Abeba, la megalópolis africana que crece, crece y crece; Mekele, Tigray, Axum, Simien Mountains, Gondar, Bahar Dar y Lalibela.

En Addis Abeba nos introdujimos en la fascinante historia de la antigua Abisina, a través del Museo Nacional. Vivimos de cerca Mesquel Square (lugar donde siempre entrena el grupo de Runners for Ethiopia) y la bulliciosa Bole Road.
En avión nos trasladamos hasta Mekele, de ahí hasta las fascinantes iglesias del Tigray. En especial Abuna Yemata, un templo tocando a los dioses al que se accede por un tortuoso camino que necesita de algunas técnicas de escalada. El esfuerzo, bien vale la pena.
De aquí fuimos hasta Axum, tierra la mítica Reina de Saba. Una ciudad agradable impregnada de la historia del antiguo Imperio Axumita.
Las montañas Simien fueron el siguiente destino. Un paraíso natural donde viven los babuinos gelada, endémicos del país.

Gondar y su complejo de castillos nos atrapó más tarde. Dicen que Tolkien se inspiró en este recinto para crear su magna obra El Señor de los Anillos. El “Camelot” africano bien vale la pena una parada y fonda.
A partir de aquí Bahar Dar, su excelso lago Tana y las iglesias que poblan las 33 islitas del mismo.
Finalmente Lalibela. El espectacular conjunto de iglesias Patrimonio de la Humanidad que, en domingo vive con pasión sus ceremonias.
Un viaje que, además de las principales visitas, nos permitió reconocer hoteles de reciente construcción, servicios y reuniones con los guías locales de cada zona.
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